Ubicado en lo más alto del cerro de Santa Catalina, se
encuentra la emblemática escultura de Eduardo Chillida
conocida como El Elogio del Horizonte. coloquialmente conocida como el "Water de King Kong" o el "Eulogio".
Nos acercamos hacia la estructura vanguardista de finas y sencillas líneas, con la cual se quiso fundir en un hipotético
abrazo la tierra y el cielo, y que a decir de los entendidos: adolece un poco de color. en su interior, si te colocas en el centro, podrás oír como el viento y el mar susurran en un efecto sonoro muy buscado, el cual a los turistas les encanta.
A sus pies, abierto al mar, se encuentran unos impresionantes refugios subterráneos donde estaban instaladas las baterías de costa del cerro de Santa Catalina que junto a las de La Campa Torres y La Providencia, protegían el recorrido de las tres ultimas millas de los buques mercantes hasta el puerto del Músel, cuando estos abandonaban la protección que les brindaba la escolta de los buques Ingleses. Estas fortificaciones o "Bunkers" aún estuvieron en servicio para maniobras militares, hasta finales de la década de los ochenta..
Desde su emplazamiento se divisa parte de la ciudad, el puerto del Músel, y el paseo marítimo de San Lorenzo plagado por una riada de gente paseando a todas horas. Todas las mañanas de domingo, en la playa del mismo nombre, se disputan partidos de fútbol entre aficionados y por la cual, personas con pantalones arremangados hasta la rodilla caminan descalzos por la arena, mientras en el agua: un puñado de surfistas tratan vanamente de aprovechar una buena ola.
Así mismo se ve: la desembocadura del rio Piles y las copas mas altas del arbolado del parque de Isabel. La Ería del Piles con sus discos y bares y la Providencia en el cabo San Lorenzo. En lo alto de esta, al lado de una preciosa y pequeña ermita muy reverenciada por las gentes de la ciudad, se halla el parque del cabo San Lorenzo, todo ello enfrentado en estos momentos a un Cantábrico sereno y adormecido.